A raíz de lo que ha ido saliendo de la cuarta edición, he estado reflexionando un poco por encima los cambios de 2ª a 3ª y de 3ª a 4ª. Y se me ocurren varias cosas...
En 2ª la elección de la raza era muy determinante, puesto que te permitía acceder a algunas clases y no a otras, y a algunas combinaciones de clases y no a otras (y el límite de nivel). Igualmente, la elección de clase era algo decisivo, puesto que era para siempre.
Las características de cada raza eran relevantes. Si jugabas una partida suelta, era preferible una raza no humana y multiclase, mientras que la elección era mucho más complicada si jugabas una campaña (puesto que el multiclase solía ir un nivel por debajo y además tenía un límite de nivel). El humano era el único que podía hacerse de dos clases (dual) pero era algo extremadamente complicado y difícil. Sólo cuando su nivel de la nueva clase era superior al nivel de la clase antigua podía utilizar las habilidades de ambas clases simultáneamente.
En tercera, todo esto desaparece. Y nos encontramos con que la elección de raza importa muy poco. Si, te da algunas bonificaciones y algunas mejoras, pero según avance la campaña, no importa realmente mucho a qué raza perteneces, sino a qué combinación de clases perteneces. Además, desaparece las clases múltiples como en 2ª y todos acceden a clases duales (o triples o más). Un guerrero/mago de 2ª era un competente guerrero (aunque no tanto como un guerrero puro) y era un competente mago (aunque no tanto como un mago puro). Un guerrero/mago de 3ª es mucho menos compentente que un guerrero puro (la mitad, para ser exactos) y mucho menos competente que un mago puro (también la mitad).
Esto hace que los guerreros/magos (o ladrones/magos) elfos de antaño ya no se vean en el juego. Un mago que quiera tener otra clase pierde demasiado como para que le compense.
En cuarta parece que ocurre lo mismo. Para empezar, para ser dual tienes que tener un nivel 10 y la otra clase te lleva a cambiar tu "paragon path". Existen dotes que te permiten cojer alguno de los poderes de las otras clases. Habrá que esperar si ésto te permite duplicar los guerreros/magos de antaño.
Pero lo cierto es que la raza no tiene tanta importancia como antes, simplemente por esa separación absoluta entre clase y raza. En cuarta, parece ser que la raza te da pie a elegir una serie de poderes propios de la raza, configurando así tu personaje. Así, la raza vuelve a tener más protagonismo.
En el OD&D, la raza y la clase era lo mismo. En segunda, la raza definía a qué clases podías pertenecer. En tercera, la raza simplemente te da unas ventajas que, según avanzas de nivel, pierden su importancia (un guerrero de nivel 15 es prácticamente igual sea humano o elfo). En cuarta, parece que la raza te da habilidades especiales que antes no tenías, pero creo que pierde un poco el que todos los miembros de una raza tenían unas características concretas (en cuarta, no todos los Enanos tienen bonificaciones contra Gigantes).
Me gusta más el sistema de multiclase de 2ª (obviando claras desventajas como el límite de nivel o las clases accesibles), pero en tercera (y al parecer en cuarta) no es algo accesible de ninguna manera, exceptuando clases de prestigio.
martes, 6 de mayo de 2008
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