Y me ha gustado.
El sistema es MUCHO más simple para los jugadores, y también más lineal. Alpasar de nivel, todos obtienen las mismas ventajas (lo que evita los niveles blancos de tercera e incluso de segunda). Pero sobre todo, ofrece muchas ventajas a la hora de incorporar un nuevo jugador (hacer un personaje de nivel alto no es tan complicado como en tercera) y a la hora de enseñar el juego (después de todo, se reduce a una lista de poderes a voluntad, por encuentro y diarios).
Me encanta, como Master, las nuevas fórmulas de creación de encuentros. Sobre todo porque se pueden ajustar fácilmente a la presencia/ausencia de jugadores. Si un encuentro estaba diseñado para 5 jugadores y se te presentan tres, modificarlo no es el horror de tercera.
Los combates no son más rápidos o más lentos que antes, aunque si más dinámicos. Me gusta que los Magos no necesiten utilizar medios mundanos, sino que sus habilidades sean mágicas todo el tiempo.
Pero creo que el juego gana mucho más si los jugadores conocen sus poderes y se ponen de acuerdo en utilizarlos de forma conjunta.
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